Siguen anegadas varias colonias de Macuspana

Redacción / TVT
Tenía varios días que don Jesús no podía dormir, aproximadamente cinco días que no paraba de trabajar junto con sus vecinos y voluntarios colocando costales con arena para impedir el paso del agua. De pronto escuchó los gritos de las personas, y no tuvo que preguntar lo que estaba sucediendo porque vio como el muro improvisado se venía abajo por la corriente de los ríos Puxcatán y Tulijá que habían desbordado.
La tragedia ocurrió en cuestión de minutos, cuando el agua ya no pudo ser contenida por los cientos de costales de arena que fueron colocados al margen de los afluentes y el agua entró de golpe rompiendo todo a su paso y subiendo hasta 2 metros de altura, esto en la colonia El Castaño del municipio de Macuspana.
“Es duro todo esto, la verdad da mucho sentimiento, ver a mucha gente que haya perdido todo y lamentablemente no pudimos hacer nada. Andrés Manuel López Obrador tu gente te quiere, te respeta, te está esperando. No se le puede echar la culpa a nadie porque estos son los embates de la madre naturaleza. Ya teníamos como 4 o 5 malas noches vigilando la orilla del río porque llego a su máximo nivel. Niños, mujeres nos ayudaron a amarrar costales“, dijo Jesús de la Cruz Hernández.
A través de las puertas y ventanas, con cristales quebrados por la fuerza de la corriente del agua, se asoman los recuerdos de aquel día trágico.
Camas, refrigeradores, lavadoras, el triciclo con el que una niña jugaba, ajena a lo que estaba a punto de suceder, vehículos que no dio tiempo de sacar y que ahora sólo se alcanza a ver su techo; años de trabajo y esfuerzo invertidos en el patrimonio que ahora, se encuentra bajo el agua.
Han pasado cuatro semanas desde entonces, muchos de los habitantes del Castaño se fueron y sólo llegan a ver qué tanto ha bajado el nivel del agua en sus casas; otros han permanecido en el lugar y han implementado su propio sistema para mantenerse al tanto de la situación unos de otros.
Si la vecina de enfrente necesita aceite o azúcar, por ejemplo, han colocado una cuerda de una a otra casa y a través de ella se lo hacen llegar.
Si llega la ayuda o necesitan subir algo a la segunda planta, utilizan su “elevador” improvisado, una cubeta amarrada a una cuerda con lo que hacen llegar lo que necesitan para su subsistencia.
En la calle Orquídea han colocado una bandera de México, algo que ellos dicen les recuerda que aún tienen esperanza, que pronto el agua bajará y entonces será momento de regresas a su nueva normalidad.