Redacción / TVT

Los habitantes de la colonia de El Castaño, en el municipio de Macuspana, liberan del agua sus casas de manera paulatina.

Luego de que amanecieron con el agua a una altura de entre uno y tres metros debido al desborde de los ríos Puxcatán y Tulijá, las autoridades estatales trabajan de manera coordinada con el municipio y los pobladores para desalojar el líquido de la comunidad gracias a bombas enviadas por parte de la Comisión Nacional del Agua provenientes de distintas partes solidarias del país.

Luego de tener más de tres semanas con anegaciones en calles, casas y negocios, a olores fétidos, desechos mobiliarios y basura es a lo que los macuspanenses se enfrentan a diario.

En algunas zonas de la localidad el agua tapó por completo las viviendas de un piso y los pocos afortunados con casas de dos niveles se resguardaron en la planta alta.

En la actualidad, los vecinos de El Castaño señalan que ahora, lo que necesitan con urgencia es alimentos y agua potable, pues otros bienes materiales y las pérdidas de infraestructura no son tan urgentes, esto a pesar de que en por lo menos 50 años, no se había visto una contingencia similar.