TVT | Redacción digital

Con una cifra récord de manuscritos recibidos, 2 mil 428 en total, el Premio Alfaguara de Novela 2021 recayó en la escritora colombiana Pilar Quintana, por el título Los abismos, dio a conocer el presidente del jurado del galardón, Héctor Abad Faciolince, en una ceremonia celebrada en el anfiteatro de Casa de América de Madrid.

“(La novela) Se adentra en la oscuridad del mundo de los adultos, a través del punto de vista de una niña que, desde la memoria familiar, intenta comprender la conflictiva relación entre sus padres, con el telón de fondo de un mundo femenino, de mujeres atadas a la rueda de una noria de la que no pueden o no saben escapar”, de acuerdo con el acta del jurado, conformado también por Irene Vallejo, Cristina Fuentes La Roche, Ana Merino, Xavi Ayén, Xavier Vidal y Pilar Reyes -con voz, pero sin voto-.

Elegida de entre siete novelas finalistas, en Los abismos, la escritora colombiana creó “una historia poderosa, narrada desde una aparente ingenuidad, que contrasta con la atmósfera desdichada que rodea a la protagonista. Con una prosa sutil y luminosa, en la que la naturaleza nos conecta con las posibilidades simbólicas de la literatura y los abismos son tanto los reales como los de la intimidad”, se agrega en el acta.

Pilar Quintana (Cali, Colombia, 1972) cuenta en su bibliografía con las novelas: Cosquillas en la lengua (2003), Coleccionistas de polvos raros (2007), Conspiración iguana (2009) y La perra (2017), finalista al 2020 National Book Awards (quizá el premio literario más importante de Estados Unidos) en la categoría de Literatura traducida (‘Translated Literature‘).

“En esta novela tenía el reto de que estaba contada desde el punto de vista de una niña, quienes entienden todo lo que sucede a su alrededor, pero no son capaces de ponerlos en palabra. Le dediqué mucho trabajo para lograr que la novela nos contara ese universo”, aseguró la narradora colombiana en el enlace remoto.

El Premio Alfaguara de Novela 2021 está dotado con un monto económico de 175 mil dólares y una escultura de Martín Chirino.

Fuente: Milenio